Este domingo, el Papa se mostró en silla de ruedas y sin cánula de oxígeno y frente a miles de fieles realizó la tradicional bendición “Urbi et Orbi”.

No puede haber paz sin libertad de religión, libertad de pensamiento, libertad de expresión y respeto por las opiniones de los demás, sostuvo.

A su vez, hizo “un llamamiento a cuantos tienen responsabilidades políticas a no ceder a la lógica del miedo que aísla, sino a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo”.

Una vez más, la paz fue su mensaje esperanzador: Estas son las ‘armas’ de la paz: las que construyen el futuro, en lugar de sembrar muerte”.

También, se tomó unos minutos para hablar del conflicto en Gaza y pidió el cese al fuego y que se “liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz”.

Este lunes por la mañana el Vaticano informó que Bergoglio falleció a los 88 años tras una larga agonía por cuestiones respiratorias, lo que derivó a que esté 38 días internado.