A pesar de la rapidez del accionar policial, se registraron seis internos lesionados, de los cuales dos requirieron ser trasladados al hospital. Según Muñoz, las lesiones no fueron graves y los heridos recibieron suturas y estudios antes de ser dados de alta de inmediato.
El comisario aclaró que, a diferencia de lo que se podría pensar, no se trató de un intento de fuga, sino de una pelea entre internos. Aseguró que las puertas de acceso a los pabellones estaban reforzadas, pero que algunos internos lograron violentar los candados, abriendo los pabellones dos, tres y cuatro.
Aunque el motivo específico del motín aún se investiga, Muñoz indicó que es común que haya tensiones entre internos, y no se sorprendió por el estallido de violencia. “La falta de convivencia adecuada puede derivar en este tipo de situaciones,” explicó.
La Unidad 12 de San Lorenzo es una institución de media seguridad, donde se alojan internos que están culminando su pena y tienen acceso a talleres. Muñoz mencionó que el martillo utilizado para dañar los candados fue el único elemento secuestrado por el personal de Criminalística, lo que sugiere que podría haber sido traído de un taller habilitado.
La situación se normalizó sin que el personal de seguridad resultara lesionado, y se tomaron medidas para garantizar la seguridad en el lugar. “Los daños fueron principalmente materiales, y la parte habitable no resultó afectada,” concluyó el comisario.
A pesar del incidente, la actividad en la unidad continúa, y se está llevando a cabo el día de visita a los internos, lo que indica que, a pesar de la violencia, las operaciones penitenciarias siguen su curso normal.